Si quieres que vuelva
a ser romántico:
pídemelo.
Pídemelo con tus ojos
con tus labios,
cuando, al girarte
no me golpees con el pelo
pídemelo con tus caderas
y con tus senos,
pídeme con las caricias de tus manos
que vuelva a ser romántico.
Porque quise querer
un día y un amanecer
me di cuenta de mi perecer
que ella no me queria al saber.
Porque entregué mi corazón
por una esperanza sin razón
por querer vivir con amor
entre la felicidad y el clamor.
Por eso no te vuelvas
ni me dejes atrás
ni te vaya lejos, a Huelva;
o me quede sin nadie más.
Quiero que me pidas ser romántico
con tus ojos de perdida:
para mí la vida está ida
en la "luz de la avenida".
Pídemelo con tus labios:
húmedos, tiernos...
pídemelo con tus senos:
suaves, blandos...
Pídemelo