domingo, 30 de diciembre de 2012

Que decidir...

Date cuenta ya:
Sus miradas ardidas
con lujurias escondidas,
sonrisas amistosas...
nacidas ya ellas hermosas.

Firmeza sin ayuda:
Hierro en mi férrea vista
recto como una arista
el amor no está en mi lista,
la senda ando sin prisas.

Son ellas, sus miradas.
Son ellas, sus posturas.
Soy yo, índole cualquiera,
ignoro a las amadas.

Habid dellas:
Frases de menester
para a ellas vender,
lengua de convencer,
dudo que hacer.

De la conversa:
Él demuestra soberbia
sus frases en mi conciencia,
él demuestra sapiencia
amar con influencia.

Son ellas, con sus formas.
Son ellas, con sus cosas.
Soy yo, ¡oscuro corazón!
guardo mis horas...

Si solo busco la forma
de seguir mi camino
quisiendo ser yo mismo.
Si aunque me busque
no encuentro la manera
de caminar erguido,
solo espero que todo,
lo que me rodea, tenga sentido.

Cierro los ojos:
En mí mente sus caras
se muestran iluminadas,
en mí mente sus palabras
actúan como armas.

Mis ojos abiertos:
La realidad ahora
juega con mis horas:
querer, es una cosa;
amar, simplemente otra.

Son ellas, sus hablares.
Son ellas, sus collares.
Soy yo, ¡ímpetu alocado
que perdió sus razonares!

En las esferas:
Al alba los encuentros
el amor sin fundamentos,
son largos y complejos
describir estos momentos.

¡Y grito con aullidos!
¡Y me junto con locos
y borrachos enfurecidos!,
¡Me junto con todos
hasta con el diablo!
y mi vida pasando...
día tras día luchando,
enamorado... destrozado...

Date cuenta ya:
Las rosas son ficticias
solo existen las espinas,
los besos y las risas,
todo ahora mentiras.

Son ellas, sus razones.
Son ellas, sus corazones.
Soy yo, mis decisiones.

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