jueves, 13 de junio de 2013

Ensayo poético de comida (Pistachos)

Pistachos que abro
con un corazón torturado.
Pistachos que abro
y un dolor que me guardo.

Los abro lentamente
como transcurrió aquel momento
que aún me golpea a la mente.

Los abro con tanta prisa
que descuidando los modales
desaparecí rompiendo tu risa.

Tragando el llanto pordiosero
de malta y cebada
recuerdo aquel momento
que destruyó un posible regreso.

Tragando agua de muchedumbre
desciendo de las nubes
y acabando en la cumbre
de caídos y vencidos.

Pistachos que abro
se les parten la piel
como esperanzas falsas
o verdades acabadas.

Pistachos que abro
son de color verde
y no es cierto lo que dicen de él.

Pistachos que abro
y que parto
y llego a triturar.

Pistachos:
lo único que van a tocar
mis solitarios labios.
******************
NOTA DEL AUTOR: Probando, como siempre, nuevas formas de escribir. Esta vez me vino esta idea, como no, mientras comía pistachos junto a una fría cerveza en la terraza de mi casa. Mezclando la ficción de una triste historia junto a la realidad de que estaba comiendo pistachos salió esta poesía sin dedicación.
¡Qué será lo próximo señores!

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