domingo, 27 de abril de 2014

Te la quise dar... pero te fuiste...

Choca contra el rocaje
el oleaje de palabras,
las trae la marea
y las mezcla
en un conflicto.

¡Gritan en silencio
la voz que no les dejaron gastar:
ni en murmullos
ni susurros!
Y ahora se secan en el fuego
quedándose a la ceniza del olvido...

Aún me acuerdo
de ese recuerdo:

Y el olor de sal
y el olor de mar
y el olor que deja el rastro
de escribirle a ese amor
que se escapa por los pastos...
¡ay que dolor!

Siguiendo sus pasos,
ignorando el dolor,
confundiendo la razón
con la locura de mi corazón,
y creía que en la puesta de sol
oiría un glorioso clamor...
cuán ilusionado estaba
de mi propio engaño.

No podría creer que las nubes negras
taparían el armonioso cielo
y caerían gotas a docenas
y caerían sobre el terreno
oscureciendo la luz de mi camino,
oscureciendo mi destino.

Siempre te la quise dar...
pero te fuiste:
te vi en Cacún...
y te perdí en Bagdag...

1 comentario:

  1. Veo como se titula tu blog, es la primera vez que entro a leerte, ahora me falta leer una historia de miedo. Bonito poema Nereo, saludos

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