Choca contra el rocaje
el oleaje de palabras,
las trae la marea
y las mezcla
en un conflicto.
el oleaje de palabras,
las trae la marea
y las mezcla
en un conflicto.
¡Gritan en silencio
la voz que no les dejaron gastar:
ni en murmullos
ni susurros!
Y ahora se secan en el fuego
quedándose a la ceniza del olvido...
la voz que no les dejaron gastar:
ni en murmullos
ni susurros!
Y ahora se secan en el fuego
quedándose a la ceniza del olvido...
Aún me acuerdo
de ese recuerdo:
de ese recuerdo:
Y el olor de sal
y el olor de mar
y el olor que deja el rastro
de escribirle a ese amor
que se escapa por los pastos...
¡ay que dolor!
y el olor de mar
y el olor que deja el rastro
de escribirle a ese amor
que se escapa por los pastos...
¡ay que dolor!
Siguiendo sus pasos,
ignorando el dolor,
confundiendo la razón
con la locura de mi corazón,
y creía que en la puesta de sol
oiría un glorioso clamor...
ignorando el dolor,
confundiendo la razón
con la locura de mi corazón,
y creía que en la puesta de sol
oiría un glorioso clamor...
cuán ilusionado estaba
de mi propio engaño.
de mi propio engaño.
No podría creer que las nubes negras
taparían el armonioso cielo
y caerían gotas a docenas
y caerían sobre el terreno
oscureciendo la luz de mi camino,
oscureciendo mi destino.
Siempre te la quise dar...
pero te fuiste:
te vi en Cacún...
y te perdí en Bagdag...
Veo como se titula tu blog, es la primera vez que entro a leerte, ahora me falta leer una historia de miedo. Bonito poema Nereo, saludos
ResponderEliminar