viernes, 13 de marzo de 2015

Sin Ciudad

Portentosa luz del sol
que atraviesa el arco
y muestra con temblor
herida en el punto flaco.

No hay cementerio
para descansar el alma:
vive para el vicio
y sufre, perdiendo las ganas.

No hay Justicia
que dicte bien
y con malas astucias
impidan a algo querer.

No hay religión
que profese protección,
que aguarde bien el corazón,
que evite la perdición.

No hay hogar:
familia del vivir
sin tener lugar
en donde poder existir.

No hay curandero
que sane tanto dolor,
que se traga el aguacero
pus y fétida descomposición.

Mi alma al arco va,
entrada de la ciudad.
Arco del Triunfo,
perdiste tu puesto fijo.

Mi alma al arco va,
camino incierto.
Antes el honor daba
y ahora sólo derrota
a nuestros pies postraba.

Siempre lo cruzo
y llego a la salida,
de la luz a lo oscuro
a un trozo desnudo.

No hay meta
ni tampoco ciudad,
sólo un arco
que invita a pasar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario