(LEER NOTA DEL AUTOR, IMPORTANTE PARA COMPLETAR RELATO...)
*********************************
Es curioso cuando la gente se conoce, que el respeto y la simpatía se entrecruzan junto con las miradas y las palabras que se intercambian en una charla. Es maravilloso la sensación de conocer a alguien y ver la buena amistad que habéis hecho, conocer sus gustos y dar a conocer los tuyos... aunque la sensación de incredibilidad se puede alargar y superar aún más cuando, te das cuenta, de sus indirectas y de su forma de hablar. Es cierto, el respeto y la simpatía del principio solo como una máscara de la verdad que gustaban para mis oídos, pero mi mente, racionalista (por así describirla), se mueve, la mayoría de las veces, por una lógica atada a la ética (de la cual a veces fallo... soy humano). Tal vez mi inocencia me haga pasar malos ratos, pensaréis algunos de vosotros, pero no, cuando alguien te miente ya desde el principio, sin motivo alguno, debe de ser porque es así su personalidad.
Yo, mientras intercambiamos información, me doy cuenta de la situación y de la extrañeza que causa en mí sus palabras, rozando casi la ciencia ficción. ¿Cómo? Fácil: es fácil hacerse pasar por idiota, se me da genial e incluso a veces hasta lo soy. Pero aún queda más por contar, pues mientras quien se enmascara cree divertirse y seguir divirtiéndose creyendo la ignorancia del otro. ¡Fantástico! ¿Por qué? Porque creerá que lo que tu le cuentes será verdad, porque creerá dominar la situación, porque se creerá por encima tuya (aunque no lo parezca). Ahí entra la diversión del falso ignorante: le hará dudar a la otra persona con tal facilidad que todo lo que le habías contado....
********************************
NOTA DEL AUTOR:
No os puedo comentar más del asunto pero el 99,99% de los que lo lean entenderá lo que quiero decir y expresar.
Soy una persona que no le importa que me cuente mil cosas: soy oídos hasta para las piedras de Sáhara y los muros de la Atlántida.
Pero estoy harto de encontrarme gente de una edad parecida a la mía que solo hace que burlarse de los demás y mentir porque es su forma de divertirse y de pasarlo bien. Quién no se siente bien siendo más que los demás teniendo encima un sistema capitalista que te incentiva a esa actitud, pero vamos, llegar a ese punto no ético de respeto y simpatía... por eso creo que tiene que ir atado en su personalidad: es mi única respuesta lógica a mi autosugestión.
Hablando hoy con mi abuela me dijo que yo no puedo hacer que la gente cambie: es cierto, esa elección no me corresponde a mí; pero de lo que si que estoy convencido es a expresarme usando la forma que más me gusta (esta) para que si alguna vez esas personas leyeran esto supieran lo que una voz dice y siente.
Me da igual si no me hacen caso, me da igual tener el mundo en contra mía, me da exactamente igual porque yo soy el que no piensa cambiar mientras pueda luchar... y me queda mucha voz y mucha tinta en esta vida. Una de las cosas que me ayuda en mis análisis críticos es la historia de mi país España, que aún me sigue sorprendiendo y enseñando: me dice los errores del pasado y los aciertos. Sería todo un puntazo que este tipo de lucha tenga su éxito merecido pero yo (sigo creyéndolo) soy demasiado joven.
Gracias por escucharme y leerme.
PD: +Lourdes Pestalozzi, ¿es un trastorno, va en la personalidad de este tipo de personas o he dado un patinazo de la leche? (Lo digo en plan broma)
No hay comentarios:
Publicar un comentario