Observo al andar
un mundo irreal
donde todo sigue igual
y no importa a quien amar.
Miro con fantasía
lo que la vida me da
y con hipocresía
fingo que no hay nada mal.
Y mientras yo sigo
me permito,
caminando entre brasas,
cantar, y clavar una espada
con la mirada
en tus ojos,
nada más, callada...
y fría situación.
Ando en un mundo irreal
que observo y todo me da igual.
Ando en un mundo irreal:
¡la Verdad me da igual!
Colores y sonrisas, ¡que feliz!
en un mundo de golondrinas
y en la olla la perdiz:
así se creen que es la vida.
Y todo cambió...
Palpitante corazón
que en el plato se haya,
plumas, garras... con razón
más de uno se espanta.
Se levanta el pájaro que vive infeliz
y vuela con excesivo dolor
por el mundo feliz,
irreal y ¡qué más! orh!
Los cuervos me arrancan la ropa
y desnuda dejan mi alma
de donde brotan
furia y tristeza que rompen mi calma.
Ese mundo de color
se volvió blanco y negro
en donde el amor
perdió y se gano su precio.
Ya no hay nubes rosas
ni rosas suaves
sino, ahora, con espinas y rugosas:
es un mundo miserable.
Cuatro sonrisas quieren tapar
al mendigo que pasa hambre
y al drogadicto que se ha de matar
en ese mundo "irreal".
Dos besos y una cama
ocultan la verdad
y hay dientes que mastican almas
sin compasión ni sinceridad.
Un mundo irreal...
un mundo real...
fantasía y verdad:
lo dirá el azar.
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