sábado, 19 de enero de 2013

Ensayo VII

Surrealismo invertido en poesia, influencia de Lorca junto la valentía del poeta inmune como una roca, luchando con versos y rimas, luchando por unos besos y una cinta de su pelo...
Los demás, modernistas, lo miran con recelo: ellos vienen y van y sus obras son del cielo, tan grandiosas que aún si fuese sabio no llego, tan osadas que no tengo tanta valentía aún si fuese caballero, tan sentimentales que aún si muriese por leerlo el poema no acabare. Me falta talento para que no me arrastre el viento, me falta alguien con quien inspirarme... ¡Qué no me falte dinero desde febrero hasta enero! Por eso darle techo al artista: quién rezara por el cuentista, ¡piadosos! comprarle tinta o una pluma para escribir palabras, como la de aquella muchacha lista tiene, que supo expresarse y liberar sus sentimientos como lechuzas doladas, que sabias son, pues inspiraron alguna vez al poeta joven que presume de su pluma de cobre...
Ahora soplan los vientos del destino hacia mares de peligro donde tus sentimientos o lo que te ocurra les importa un higo, tus pensamientos solo valen si los guardas en secreto, poeta de miserias entre oro de proberbias, vive él en dos mundos: el suyo y el de verdad.
Fuego que quema su rostro, el del poeta, sufrido por la lucha, sufrido por ella, sufrido por la vida, sufrido por servir al arte entre pobrezas y poemas plateados... sufrido, y ahora me toca vivir.

martes, 15 de enero de 2013

Fruto del amor

Por querer al sol llegar,
cogerlo y querer mostrarte
que puedo un día conquistarte,
o el amor a este loco cegar.

Que los libertinos pájaros vuelan
que los enamorados,
al tiempo, se desesperan
mientras ellos son olvidados.

Siempre a la diana toca el centro
clava y un líquido ahoga
las palabras para el momento,
no las suelto ,sentencia a la horca.

Y es el fruto del amor,
y es quemado corazón,
y es ínfimo rencor,
y es amargo punzón.

Lucho por tener más tiempo
y por tenerte a mi lado,
para que fuese todo más lento
y no perdamos nuestros pasos.

Lucho por robarte los besos
dulces en tus carnosos labios,
y noto que en mi alma hay fuegos
que quiero que duren mil años.

Sus manos de ángel piadosa
y sus suaves piernas delicadas
deseo fundirme, como la goma,
y acabar como masas harinadas.

Y es el fruto del amor,
y es quemado corazón,
y es ínfimo rencor,
y es amargo punzón

Fuistes una flor de almendro
y tuvistes mi conciencia,
fuistes un fruto cubierto
mi corazón en tu regencia.

Fuistes tan libre gacela
y para ti soy polvo de tiza,
fuistes en mí fuego la leña
y preferistes ser la ceniza.

Yendo a parar al carnaval
mi amor dentro de un disfraz,
fiesta pagana solo anual
te busco de forma procaz.

Y es el fruto del amor,
y es quemado corazón,
y es ínfimo rencor,
y es amargo punzón.

Fruto del amor por la pluma,
quemado corazón por tus besos,
ínfimo rencor por olvidarme,
amargo punzón por no darme más.

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Dedicado a la persona que me suguirió hacerme un blog, solo para que dejará de hablarle por lo pesado que era, y al final, publico entradas y aún le hablo. XD

Unos últimos versos para rematar:

Fruto del amor
nació este blog,
fruto del amor
yo me hice escritor.

Fruto del amor
escribo con pasión,
fruto del amor
mis versos son del corazón

jueves, 10 de enero de 2013

Dulce manzana



En medio de la vida
sentí una gran alegría:
pasó todo en una villa,
mujer poco sencilla.

Con un manual de encanto
aprendo, miro y canto
en su ventana, entretanto
pienso en la manzana... ¿Cuánto?

Mañanas, tardes, noches...
Olvidando otros amores
mientras yo la sigo en coche,
enloquecido, el roce...

Me confieso: a ti Anna
busco tu dulce manzana
que Eva y el otro, Adán,
mordieron en un afán.

La serpiente: "¡culpable!":
quería ser amigable,
ayudar y agradable,
un placer perdonable.

Eso mismo quería
hasta mi mano ofrecía,
su padre no me admitía
aunque pecamos días.

Primero nuestras manos,
después, unos cuantos besos,
calientes, ardientes labios,
acabamos fundidos.

Después sí, nos buscamos
y más llama, la encontramos
a golpes, nos la expandimos
como fieras: somos libertinos.

El tiempo y espacio:
visión que perdimos
en momentos
de contactos intensos.

Luz del alba y rocío
me encuentro solo y perdido,
del calor, ahora, frío,
pienso en sus rubios rizos.

Llama por un manzana,
ceniza ahora con el alba,
dulce era mientras duraba...
agria ahora en la mañana.

lunes, 7 de enero de 2013

Ensayo IV (El misterio del autobús)

Dedicada a mis compa del autobús, para que este relato les de un poco de canguele y después nos podamos echar unas risas:

Dedicada sea la labor del estudiantil de comportarse humildemente y con buena cara de levantarse tempranamente ante su responsabilidad de acabar en el centro educativo por la mañana, de forma puntual a ser posible. Como todos los días, el autobús recoje a estos inquietos adolescentes y los lleva en rebaño en su obligación de cultivarse. Pero no todos los días son iguales, unas veces el autobús llega tarde, otras veces los alumnos faltan a clase por cualquier motivo (o incluso el profesorado puede faltar), e incluso se puede perder días lectivos en fiestas patronales o de la nación.

Pero esta historia no es tan bonita como parece pintada, es aún más horrenda: todo ocurrió en el bús y en su trayecto.

Ocurrió un día de otoño, frió y gris, un día melancolioso, triste y pesado. El conductor, presionado por el tiempo, aceleraba el vehículo superior de un límite seguro y sin preocuparse de este hecho aumentaba su velocidad: quería llegar puntual. Un accidente cerca de Callosa. ¿Qué ocurrió? Tal vez no sea creíble pero yo era uno de los que iba dentro del autobús, uno de los que creo que sobrevivió, no lo sé, me gastaron hace poco una broma de mal gusto que aún me hace dudar de si estoy vivo o no....

Pues atento, no desconfies de lo que digo, tal vez te pueda pasar algún día. Durante el trayecto se produjo la ordinaria rutina de siempre: entro, me siento al fondo en la penúltima fila, me encuentro con mi amigo David mientras atrás tengo a Nuria, a Esther, a Luis, a Pachón y a Carlos. A mi derecha tengo a Eva, a Alejendra y a Marina. Delante a dos chavales que no se sus nombres y tampoco les hago mucho caso, pero en especial, con el grupo de la derecha y los que estan detrás mia, se crea un buen ambiente de risas e intercambio de bromas, como tocarme el pelo o golpearle con delicadeza un punto de la rodilla. Pero ese maldito día, como lo odio.... La niebla junto con el cielo nublado, el frío y el sueño de haber descansado mal (al parecer muchos de los presentes les notaba esa misma sensación que tenía yo), imposibilitó terminar, al bús, su trayecto: a la velocidad que iba no pudo frenar. Esa densa niebla... ¡maldita sea!... noté que la cosa iba mal. Dos segundos la sensación...  cuatro minutos dando vueltas de campana... barranco abajo.... los gritos, los quejidos, la sangre, la vida.... y los primeros que la perdieron fueron tres conejos, causantes del trájico accidente, maldita sea esa niebla de aquel lúgubre día, ya ni me acuerdo que día fue... De lo que si me acuerdo fue de estar como en otro mundo, donde solo existía niebla tres veces más densa y, a medida que avanzaba encontraba trozos del antiguo autobús junto con objetos que no entendí muy bien que hacían allí, como si pertenecieran a alguien o su dueño las llevaba en el trayecto: una guitarra de mariachi, un video, un cinturón amarillo, una botella con un líquido dorado, un libro de ética y buenos modales, una foto con muchísima gente y dos pelucas rubias y otra rizada, y se que eran pelucas pués cuando avanzé aún más, me encontre con mechones de pelo morenos y rubios. Cuanto más seguía el rastro de los cabellos más grande eran, pasando a flequillos, peinados y cabelleras, y no paré hasta que ví una sombra detras de la niebla, con una cabellera en la mano mientras reía locamente con euforia de triumfador. No me lo pensé, fuí corriendo a ver quién era y en ese mismo instante comenzó la broma: no había nadie, solo una tumba repleta de cabelleras donde leí escrito en la lápida, aquí descansa....