lunes, 8 de junio de 2015

Se nos acabó el tiempo

A cada segundo que pasa,
una ruedecilla
ejerce la fuerza motriz
del poderoso tiempo.

La arena cae
en forma de piedra arenisca
oprimiendo el aire
tranquilo y fresco.

¡Rugido de león
contra el infinito horizonte,
latido de corazón
herrero que impone

los forjados segundos
que le dieron!
Supimos que nos hundimos
en la historia por sus recuerdos.

Pura y salvaje, naturaleza
de la esencia completa,
el orden del tiempo
y el desastre del espacio.

No se puede volver a atrás
pero podemos repetir la historia:
hundirnos con los barcos
o flotar con los cadáveres.